Mi nombre es DELIA SEBASTIÁN GARCíA, CREADORA DE INTERIORES ARMÓNICOS y del Método Casa Feliz.
Llevo más de 15 años trabajando con personas a las que les importa su bienestar, el de su familia y el de sus empleados.
En mis primeros años trabajando como Arquitecta de Interiores en diferentes proyectos, sentí la necesidad de explorar más allá de los límites convencionales occidentales del interiorismo, esto me llevó a estudiar Feng Shui y profundizar en cómo intervenir en esa estructura ausente que todo espacio tiene. En cada proyecto aplico los principios que correspondan para mejorar el espacio y el proyecto de vida de las personas que se relacionan con el.
Los espacios tienen alma y estamos en constante intercambio de energía con ellos.
No me conforma la idea de solo crear espacios estéticamente agradables, sino la de crear algo más profundo y que los espacios diseñados tengan un impacto positivo en las vidas de las personas que los habitan.
Me gusta enseñar y acompañar a las personas en este descubrimiento de trabajar holísticamente, en la parte tangible e intangible de sus espacios.
Me encanta ver como los espacios que he creado se convierten en hogares, lugares donde las personas pueden encontrar un refugio, inspiración y autenticidad. Cada día me sumerjo en el estudio de disciplinas como la neuro arquitectura, la aromaterapia, la geobiología o la biofilia, buscando constantemente formas de integrar sus principios en mis diseños. Así, tengo en cuenta que las personas no estén sometidas durante largos periodos a las ondas electromagnéticas. Me gusta trabajar con materiales naturales, que no emitan COV, es importante cuidar la calidad del aire interior. Enseño a mis clientes métodos sencillos para que comiencen un viaje saludable hacia la eliminación de tóxicos de sus espacios.
Cada elección que hago tiene un propósito: crear un espacio donde puedas recargar tu energía, estimular tu creatividad y abrazar la tranquilidad. Mi pasión por el bienestar humano me lleva más allá de las tendencias pasajeras; me sumerjo en el estudio de cómo cada detalle, cada rincón, puede mejorar tu calidad de vida.
Un amor compartido por lo natural.UNA PASIÓN HEREDADA
Desde pequeña me alegraba ayudar a las personas que lo necesitaban y hoy sé que mis padres tienen todo que ver en esto.
Mi madre, era una mujer sociable y generosa tenía el don de saber cuidar y de hacernos sentir bien a todos. Le encantaba conocer a mis amigos, era muy hospitalaria y tenía un buen rollo admirable que espero poder tener algún día.
Algunos de los momentos más felices de mi vida son recuerdos con ella en la naturaleza. Me enseñó a reconocer hierbas, plantas y frutos. Disfrutábamos mucho recolectando tila, mejorana, setas, manzanilla, escaramujos, endrinas, higos, moras...
Por ella conocí el amor a lo natural, el respeto a la tierra y me enseñó a reutilizar, reciclar y cuidar el medio ambiente, hace ya mucho, cuando apenas se hablaban estos temas.
Mi padre, siempre tuvo atracción por el cuidado de la salud a través de remedios naturales. En su mesilla siempre tenía libros sobre alimentación y salud. Los domingos por la mañana me iba a la habitación de mis padres y el me leía fragmentos del clásico "Mil y Un Remedios para la Salud".
Cuando hice el Método Silva, practicábamos juntos los ejercicios de control mental, cuando hice el nivel de Reiki se prestaba encantado a que practicase con el y cada vez que volvía de mis fines de semana intensivos estudiando Feng Shui me preguntaba y escuchaba, yo le contaba y contaba y el me decía...muy interesante, ahora yo no se si te van a creer cuando expliques estas cosas. En sus últimos días yo le ponía aceites y el difusor y le explicaba para qué y el me decía...venga venga, dame chocolate y déjate de tanto aceite.
Si me sigues en redes verás muchas publicaciones sobre difusores y aceites porque es un mundo que me apasiona y me divierte. Empecé a usarlos en el 2015 y.....
En Enero de 2018 llegó el Kit de Inicio de Young Living a nuestra casa aportando infinitos beneficios y descubrí una herramienta poderosa para transformar el bienestar de las personas a través de sus espacios.
Al transmitir mi pasión por cómo estos frasquitos habían mejorado mi vida, encontré un nuevo propósito ayudando y enseñando a otras personas a usarlos en sus hogares para limpiar física y energéticamente los espacios y como herramienta para sentirse mejor, física y emocionalmente.
He creado con mucho cariño a lo largo de estos años, una comunidad donde somos más de 100 familias que usamos los aceites esenciales para cosas muy diversas.
Compartir con otras personas el cómo usar las esencias de plantas, hierbas y frutos en nuestros hogares para cuidarnos de una forma natural... la herencia más bonita de mis padres.